jueves, 10 de enero de 2013

NI ORO, NI INCIENSO, NI MIRRA…




            En el último artículo que he publicado en este blog, les he dejado un pequeño cartel, que era un obsequio, un regalo navideño, un “vale por abrazo gratis” y posteriormente me he dado cuenta que aunque en un principio me pareció que era interesante…. He ido descubriendo que…. “no tanto…”, primero, porque decía que era gratis… y no es verdad. Nadie da abrazos “gratis”, todos los abrazos que damos a lo largo de nuestra vida, tienen como mínimo la recompensa de la satisfacción por abrazar, por entrar en contacto directo con otra persona  (Incluso yo recomiendo abrazarse a árboles… por ejemplo… tiene importantes ventajas y recompensas…) o abrazar a nuestro animal de compañía, sea un gato, un perro… quizá con los peces sea algo más… complicado. Es verdad que no pediremos nada a cambio a nuestra “mascota”, pero es igual de cierto que recibimos, como poco, tanto como damos, cuando abrazamos.
                En otro lado de este cartel, decía que esta promoción no es acumulativa, segundo error… ¡Por supuesto que es acumulable…!, puede acumularse por varios abrazos, más o menos continuados, pueden acumularse junto con besos, con otro tipo de “achuchones”, con dependencia de nuestra relación con la persona o ser al que abracemos…



                He querido utilizarlo, como excusa para acercarles la reflexión sobre la interrelación que mantenemos con nuestro entorno,cómo es tan habitual dejarnos llevar por un lenguaje comercial, que machacándonos por emisoras de radio, tv y cualquier otro medio publicitario, nos hace construir mensajes que no son reflexivos, sino mucho más emocionales… A lo largo de este período vacacional navideño hemos sido bombardeados de una forma tan brutal, que se supera cada año. Uno tiene la impresión de que cuanta mayor es la sensación que nos transmiten de crisis, es mayor la agresividad de las campañas del “cómprenlo…” Todo lo que es publicitario es susceptible de ser “sobrante”. Lo realmente importante, no necesita de publicidad, no necesita de moneda de cambio ( y eso no significa que sea gratuito ), lo que podemos construir con nuestra mente, con nuestras emociones, con nuestras manos… no necesita marketing  ¿De verdad podemos pensar que cuando Dios nos envió a su Hijo, influyó en algo, el que nada más nacer aparecieran tres Reyes de Oriente, con oro, incienso y mirra?, ¿ alguien se preguntó qué ocurrió con tales obsequios?, ¿dónde fueron a parar…?. En realidad, no importa… lo importante es que ofrecieron bienes tangibles, materiales y que son “comprables” en la actualidad, esa es la idea que desde hace siglos se nos ha querido inculcar ya desde niños…
                Ni oro, ni incienso, ni mirra… a mí me alimentan mucho más sus abrazos y poder observar en la calle, también a desconocidos, que se abrazan, que se saludan con afecto, con independencia de las circunstancias personales de cada uno, qué más da, si somos un mismo Ser, si podemos reconocernos en un abrazo… Eso quisiera para todo este año, poder abrazarles y sentirles cercanos….




                

No hay comentarios: