viernes, 24 de mayo de 2013

HARALD ANDRÉS HELGOTT



  La noticia me llegó directamente de Perú, no tuve que moverme de mi propia casa para descubrirla, unos simples movimientos de ratón, dejar grabada mi contraseña para acceder a una página Web, que muchos de ustedes conocen y comparte conmigo y que reconocerán por tan solo 2 letras: FB y la información aparece ante mis ojos, de cualquier parte del mundo y si mi ignorancia no fuera tanta… aprendiendo en miles de lenguas de todo el mundo.
Digo que me llegó de Perú, porque gracias a Dios ( o a lo que sea, pero mi infinito agradecimiento vaya por delante) el vivir en esta zona geográfica y en esta época ha hecho posible, de una forma realmente sencilla y bastante económica, que pueda estar en permanente contacto con un médico-psicoterapeuta, entre otras muchas de sus profesiones, llamado Alberto Linares Tejada, dentro de la enorme actividad con que nos obsequia muy a menudo, hoy he conocido a Harald Andrés Helfgott, científico peruano que ha demostrado la solución a la teoría de Golbach ( matemático prusiano Chistian Golbach), un problema matemático que había permanecido irresuelto desde hace 271 años, es decir que en 1742 proponía que “todo número impar mayor que 5 puede expresarse como suma de tres números primos”, creando uno de los más difíciles problemas matemáticos.



Por otro lado, científicos de la Universidad de Chicago, publicaron en la revista “Plos One”, una investigación en la que comprobaron que “las matemáticas pueden doler”. El estudio cuenta que la ansiedad ante la situación de resolver operaciones matemáticas, causa en algunas personas, una respuesta en el cerebro similar a cuando se experimenta dolor físico. Se usó en participantes voluntarios en edad adulta que demostraron, partir de una serie de respuestas, tener miedo a las matemáticas bajo distintas situaciones, como estudiar un libro hasta requerimientos académicos regulares.
Empleando el escaneo cerebral tipo FMRI ( Functional Magnetic Resonance Imaging) mientras se les pidió resolver unas ecuaciones, descubriendo que en el cerebro se enciende una alerta en las zonas correspondientes a la amenaza ante peligro corporal y del dolor físico. Mientras más angustia se sentía hacia la actividad numérica, se producía un aislamiento de un pliegue de tejido ubicado en el interior del cerebro, sobre la altura de la oreja, identificando de esta forma la discalculia: condición diagnosticada en los manuales especializados, que hace referencia a la incapacidad para el manejo del cálculo, la resolución de problemas numéricos. La discalculia, no está relacionada con una discapacidad intelectual o una despedagogía, sino que corresponde a factores neurológicos por una inmadurez en algún proceso neuronal y que, por tanto, es una condición congénita, según declaraciones de Sandra Cañote, psicóloga.
 Se lo ofrezco como pequeño “guiño” a los miles de estudiantes que en estos días se están ocupando de sus exámenes.



Cualquiera de las dos informaciones que les he comentado, es más que probable que les hayan pasado desapercibidas, al igual que a la mayoría de los medios de comunicación. Dos buenos ejemplos de cómo sí se está avanzado de una forma trascendental, como no se ha conocido en los últimos lustros, pero los medios, la información que nos invitan a manejar y a conocer, suele estar mucho más centrada en el “espectáculo informativo” que en la información de los temas que pueden ayudar a resolver problemas que ayudan, de verdad, a las personas en el presente y en el futuro. A penas hace unos 5 ó 6 años, que las personas no estaban tan interesadas en la economía, que desconocía el vocabulario habitual de los economistas, de los analistas financieros… y por intereses, que no puedo ya hoy explicarles, las corrientes informativas van marcando los intereses sociales en una u otra dirección. No es casual, ni fortuito ni mucho menos inocente… pero la información está en nuestra mano, a un mejor alcance del que nunca ha existido. 

Realmente ustedes y yo, son los que deciden de qué fuente desean beber, cómo dedican su tiempo a informarse y de qué cosas…              

No permitan que las noticias dirigidas por las grandes multinacionales de los medios “habituales” marquen sus estados de ánimo para convencerlos de lo caótico que es el momento en el que vivimos. Es un tiempo apasionante de cambios, de evolución, de mejoras, en donde no queda más remedio que dejar atrás algunas de las cosas que eran importantes hace unas pocas décadas, para irse ajustando a las nuevas situaciones que se nos presentan cada día…