jueves, 6 de diciembre de 2007

¿ QUÉ ES SER COACH ?

Debo comenzar por aclarar que casi me puedo considerar un experto en Informática, eso sí, a nivel usuario. En toda mi vida, jamás he hecho otra cosa con la informática que USARLA, en muchos casos la he REH-USADO y hasta AB-USADO. Desde que comencé con el BASIC, quizá algún nostálgico recuerde las pantallas verdes y los iconos conexión, tipo IF ◊.

Posteriormente dediqué cientos de horas ( no todas con sol ) a montar y desmontar equipos, la usaba para comerciar; es decir, compraba componentes sueltos, un disco duro: en Asturias, la Placa Base: de Madrid ( en aquella época las placas bases sólo venían con huecos para “pincharles” todo tipo de chismes, comparadas con las actuales, ¡¡ venían vacías… !! ), las cajas en Zamora junto con las fuentes de alimentación, las memorias RAM, etc…, tampoco quiero ser extenso y menos al empezar. Pero puedo asegurar que monté varios equipos así y funcionaban a la perfección. Los discos duros corrían, el sonido se escuchaba y el monitor no modificaba los colores ( con 256 bit de color , nos arreglábamos en pleno lujo ). Con esto me gané la vida un tiempo.

Luego un buen amigo me habló de la “MAGIA” , me habló de Internet.

Año 1.995 en España se pagaban a 1.200 ptas ( algo más de 7,21€) la hora de conexión que jamás pasó de 1.440 bps. ¡¡¡ Casi cuesta creerlo…. !!!. Desde luego, mereció la pena, puedo asegurárselo. Me volví a ganar la vida con Internet, que por entonces… ¡¡ navegaba…!!.

Ya nadie habla de que Intenet navegue, ni de internautas…

Bien , les traigo esto a cuento de la primera pregunta que planteaba: ¿ QUÉ ES SER COACH?. La respuesta es sencilla. ¿¿ Sorprendidos??. ¿Realmente creen que es esa cosa “sesuda”, “complejísima….”, “sólo para expertos, probablemente con varios títulos de impresión….” ?

¡¡¡ Herramientas !!!, eso es lo que es ser COACH, una Herramienta, un Instrumento. Podemos tener marca de renombre y no servir para lo que se necesita. Podemos estar dañados, pero nos hemos ajustado como a un guante a las necesidades de nuestro cliente.

Somos una herramienta en manos de un inexperto. Esa pudiera ser una definición para la interrelación entre coach/cliente. Podemos ser una herramienta de usar y tirar y eso no nos hace de menos. Cada vez que nos tiran, siempre que hayamos podido previamente cobrar el total de nuestra factura, es una liberación: estamos dispuestos para el siguiente operario.

Podemos y debemos aspirar a ser herramienta de Renting, pero para eso hace falta actualizarnos continuamente, para ser los más vanguardistas. Y podríamos convertirnos en … ¡¡¡ MAQUINARIA!!!, cuando se necesita más energía, más técnica, más concreta y específica o simplemente para un mayor número de clientes a la vez ( gran empresa, con gran número de trabajadores). Pero en el fondo, no seremos más que una herramienta, más o menos grande, más o menos compleja, pero herramienta, desde el principio al fin.

Una herramienta como tal se distingue de un cacharro, por su utilidad. Cuando nos sirve para lo que necesitamos. ¿¿ Podemos ayudar a una persona, concreta, con muchos problemas, concretos, con ilusiones, concretas ??. ¿¿Vamos a hacerlo sólo con preguntas ??. O vamos a aportarle algo más…

¿ Estamos suficientemente motivados como para motivar a alguien tan intensamente que no pueda ofrecer resistencia a nuestra motivación y se sienta impulsado a mejorar ?. Si consiguiéramos mantener esa situación al menos durante un par de meses, probablemente más del 50% del objetivo que le prometimos mediante contrato, lo tendremos mucho más llano, a partir de ese primer minuto de motivación y descubrimiento de “autoenergía”, empezaremos a disfrutar ambos de las sesiones. Esto no es fácil y requerirá de trabajo, trabajo entre ambos. Herramienta/operario. Y llamo operario al “cliente”, porque en la mayoría de los casos los dos buscamos objetivos a terceros. No voy a detallarlo ahora, sólo lo apunto.

Si hemos conseguido abrir el pequeño hueco en el muro, como para que llegue un rayo de sol hasta el centro neuronal de la motivación. Estaremos compartiendo VIDA. Podemos comenzar a explicar, a mostrar a nuestro cliente, que merece la pena contar con nosotros como herramienta. Él es el único que debe manejar su mente y su vida, pero puede servirse de una HERRAMIENTA.

Tenemos algunos privilegios como herramienta: salimos a menudo del taller. Conocemos otras manos y otros talleres. Nos traen, nos llevan, nos liman desperfectos, nos engrasan, nos acoplan cosas que nos hacen mejores y… a veces nos rompen, nos rasgan de arriba abajo y sólo nosotros debemos repararnos sin esperar que ningún cliente lo haga. Debemos resguardarnos del frío ( y a veces por ahí, afuera, se acusa mucho…, mucho frío que se contagia ) y cuando nos resentimos debemos quedarnos en casa, recuperándonos, aprendiendo, fortaleciéndonos y quizá hasta engordando.

Otro día les contaré el valor de una Cuchara, la Cuchara como herramienta.

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