viernes, 23 de noviembre de 2012

25 de NOVIEMBRE - Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género



            Este domingo día 25, se celebra como cada año el día I. de la eliminación de la violencia de género y como cada año, las cifras que se nos facilitan son tremendas, no quiero ahondar en números, que se me quedarían obsoletos antes de terminar este artículo.Quisiera hacer con ustedes, una reflexión en voz alta y con todas las reservas posibles: yo creo que el principio pudiera venir de cuando nuestras madres, que a su vez lo recibieron de sus madres y así , hacia atrás, desde tiempos inmemoriales, consideran a sus hijos como algo propio. Cuando tenemos el concepto de “propiedad” tan arraigado, tan asumido como algo irrefutable, tenemos el concepto de “cosa”, de “objeto” que nos pertenece; es cuando términos terribles “como la agredí, porque es mía” se hacen difícil de convivir con un mínimo respeto exigible por ambas partes. Cuando se traspasa la barrera del propio “auto-respeto” y del respeto con los semejantes que podemos convertir y tratar como “seres inferiores” es cuando el raciocinio se nos ha ido de las manos. Salvando todas las distancias y entendiéndolo en este estricto sentido, da igual que maltratemos a una mujer, que a un niño, un anciano, un animal, sea cual sea... la ira es la que domina la situación.

        El maltrato infligido a otro ser vivo es un maltrato que se hace en primer lugar a uno mismo…

        El maltrato cotidiano, con el que tan a menudo convivimos, no siempre tiene que entenderse como una agresión física grave, ni tiene porqué ser la agresión que acabe en la sala de Urgencias. Hay un maltrato, que podríamos denominar “sordo”, pero con la contundencia de la perpetua insidia diaria, del desprecio sobreentendido y lamentablemente tantas veces asumido como propio y real. No hay excusa posible para esta forma de relacionarse. Cada maltrato lleva consigo de una forma diferente, pero en realidad de una forma efectiva, la tragedia personal de quien lo proporciona y la de quien lo percibe, pero no solo de estos dos agentes, sino de todo el entorno social, que se corrompe, que afecta a sus seres más cercanos. Lo que hemos venido en llamar Violencia de Género, no afecta en exclusiva al “género”, sino también a sus descendientes, a sus ascendientes y a cuantos les rodean. Es una responsabilidad de todos, que necesita una respuesta no solo de la persona agredida, que posiblemente está en las peores condiciones de denunciar, sino de una sociedad que deje de reír las “machadas”, que ejerza la presión suficiente, como para que sienta su comportamiento como algo intolerable que tiene solución y el que la ejerce tiene la responsabilidad de poner los medios necesarios para que nunca más se vuelvan a repetir estas situaciones. Un/a maltratador/a, no es un enfermo crónico, haya tomado (voluntariamente) las sustancias que haya tomado. No es una forma de ser. No es una actitud, no es en sí misma una capacidad que tiene por ser un ser superior; sino que es una mala forma de reaccionar, de comprender las situaciones y resolverlas. Es una manera egoísta y mortal de relacionarse con su entorno. Es insufrible e intolerable en un momento social, al menos en el espacio físico-geográfico en el que les escribo. Es una consecuencia, no solo española, que bastante ha avanzado en las últimas décadas, de la permisividad que las sociedades, en su mayoría “patriarcales”, que dan trato discriminatorio entre las agresiones en el entorno familiar y/o de relación afectiva, frente a las agresiones que podrían darse en un entorno laboral, deportivo, social…

        Todos tenemos la obligación de responsabilizarnos de que la violencia, sea del tipo que sea, del género que sea, de la raza, la edad, la condición socio-económica que sea, se reduzca a niveles de tolerancia cero…
        Estoy convencido que muchos de ustedes que me leen, conocen situaciones de agresividad, de violencia, en la que no se han querido vincular, comprometer, que han mirado hacia otro lado…. ¿ se les ocurren maneras de reducir, de “aislar”, de convencer que esta actitud, es necesaria que se trate por especialistas y se solucione como uno de los más graves problemas de salud de una sociedad, que cada vez tiende a ser más libre, más igualitaria, más feliz…?


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