Ahora que ya hemos comenzado de
lleno este Otoño, que las lluvias volvieron y las temperaturas comienzan su
camino de bajadas, hasta varios grados por debajo de los cero, en esta parte
geográfica en la que me encuentro, que las economías y las cifras también
parecen encaminarse hacia los “bajo cero”, es posible que para soportar tanto
ajetreo, tanto mareo de cifras y "palabros pseudotécnicos", tanta incertidumbre
que nos siembran en los surcos del cerebro, podamos aprovechar este espacio
para fortalecernos un poco, tal vez las vitaminas solares que todavía recibimos
gratis, puedan aportarnos el coraje y la alegría que, yo no sé quién aunque lo
intuyo, quiere robarnos.
Es momento
de estirarse y crecer… crecer… crecer por encima de lo que nunca imaginamos, es
necesario estirarse mucho para poder ver con mucha más distancia, con mucha más
profundidad el lugar adonde podemos llegar, si es que deseamos seguir
avanzando…
Es el mejor
momento que tenemos, todo está cada día por hacer y todo está ya inventado. Lo
mejor y lo peor siempre está a la vuelta… ¿ Está preparado, se siente con
fuerzas…?. Pues no nos queda otra opción, siempre podemos superar o celebrarlo
todo… nuestra capacidad de afrontar es
infinita… Lo que sucede es tan solo un 10% de lo que nos pasa, el resto es
nuestra forma de vivirlo, de interpretar y manejar cuanto se mueve a nuestro
alrededor, pero más aún, realmente somos actores fundamentales a la hora de
conseguir que las cosas sucedan o no… algunas inevitables, alejadas de nuestro
alcance o de nuestra posibilidad de alterar…, por esas no deberíamos
preocuparnos demasiado…
No permitan
que nada ni nadie les robe la ilusión de cada día, de cada despertar aún sin
que parezca que nada tiene por hacer, aún cuando crea que no será capaz de
abarcar y descubrir tanto como tiene por delante por hacer solo para ese día y
sentir que cada nueva oportunidad, cada hora que se fue ( o se nos quedó
grabada para siempre) se impregnó en las huellas de cada dedo y hacen que una
mano extendida sea mucho más que cinco de sus dedos, cada hora formará parte de
un pasado, que lo quiera o no, construirá su presente, formará las bases de su
futuro. ¿Cómo es su situación actual? ¿Se encuentra satisfecho con su actividad,
con su vida?, ¿frustrado porque no es lo que esperaba, no es lo que deseaba?.
Seamos honestos, al menos con nosotros mismos, ¿cuánto fervor puso para
conseguir su sueño?, ¿cuánto de su tiempo dedicó, de verdad y seriamente, para
crearlo?, ¿cuánto esfuerzo dedicó y dedica al día, para que su formación sea
mejor, sea continua?, ¿cuánto de su dinero dedica a esta formación?, ¿ cree que
una vez cubiertas las necesidades básicas, las realmente básicas, las puramente
animales, destinar parte de esos ingresos es baladí dedicárselos a su propia
formación, al estudio de su entorno, a crear la estructura personal y de
formación para alcanzar lo que desea?.
Una buena forma de comenzar, podría ser tomar un papel y
bolígrafo y definir cuál es su sueño, su deseo de alcanzar. Matícelo,
desmenúcelo, saboréelo y póngalo en algún lugar importante en su quehacer
diario, póngalo en donde más le estorbe, para que la próxima vez que se distraiga,
lo tenga a mano… a punta de nariz. Si cambia el sueño, no destruya lo ya
escrito, sino que tome de nuevo papel y amplíe, modifique, vaya puliendo ese
deseo… y a su vez… ¡escriba qué es lo que cree necesario hacer, tener, cambiar,
mejorar, superar para alcanzarlo…!. Deje siempre para después la fatiga, el
deseo de abandonar, la sensación de cansancio, de fracaso… mientras tenga una
mínima posibilidad de seguir adelante… todo lo demás puede esperar…
Ahora que es tiempo de comenzar
cursos, coleccionables, emprender nuevos negocios ( nadie planifica fracasar,
pero la mayoría fracasa por no planificar) … comience el diseño de su propia
vida de nuevo, limpie su propio interior, sanéelo . No espere a que otros
vengan a empujarle, a desempolvarle, a provocarle salir fuera de su casa, de su
vida, esa corriente que también se mueve fuera de sus paredes, de su televisor,
fuera incluso de internet ( desde donde me está leyendo…) No lo deje para el
“nuevo año”, las fiestas no suelen ser el mejor momento de proyectarse, sino de
venir ya preparando todo, para recibir un nuevo año, una nueva primavera para
su vida. Nadie puede conseguir frutos nuevos, sino prepara antes la sementera,
sin podar lo que realmente sobra, si no abona en la forma y en el lugar que sea
más alimenticio.
Sáquese cada día un pequeño miedo, una pequeña basura mental,
un pequeño freno… sea consecuente consigo mismo y no desperdicie su capacidad,
su privilegio de equivocarse y responder de ese error, no lo agrande tratando
de cargarlo sobre la espalda de otro. No deje que le roben ese momento en su
vida. No lo regale….
No se esconda todavía entre sus
mejores excusas…, no se conforme con despejar los balones, cuando puede
agarrarlo con las dos manos, fuerte, entusiasta y lanzarlo al otro extremo.
Antes de
prepararse para hibernar, aproveche toda la energía absorbida, toda la fuerza
que el sol aún nos sigue dando y conviértase en su propio diseñador, nadie como
usted conoce tan bien cómo hacerlo….
¡Adelante…, es su mejor momento!